El pasado 24 de octubre se celebró el DÍA INTERNACIONAL DE LA BIBLIOTECA, y nosotros sin saberlo. Y es que... NO ESTAMOS PARA CELEBRAR NADA.
¿Cómo es posible que tengamos un día para celebrar la creación de "la casa de los libros" o tal y como los egipcios se referían a ella: "la casa de la vida", cuando no tenemos para libros?
¿Qué está pasando?
Se produce de forma metafórica el incendio de nuestras ideas, de nuestras bibliotecas, poco a poco nos van dejando sin material, sin presupuesto capaz de impulsar la afición por la lectura entre todo el mundo, pero especialmente, la afición y el interés de los jóvenes.
En verdad, este día no tiene mucha repercusión general, aunque sí tiene interés entre todos aquellos docentes y responsables de las bibliotecas públicas y escolares que se dedican día a día a contribuir con este bien cultural tan importante, LA BIBLIOTECA.
Las diversas bibliotecas públicas del país han realizado diversos actos, que este año se relacionan con la reivindicación del papel que desarrolla el servicio
público de préstamos de libros. Así pues, toda aquella persona que visitó las
bibliotecas públicas se encontraró con diversos talleres y actividades en
ellas.
Realmente, después de realizar un sondeo entre nuestros lectores hemos comprobado que como el precio de los libros se hace insufrible en esta crisis económica por la que nos están haciendo pasar los que gestionan nuestras vidas (los políticos), pues son muchos los lectores que han elegido volver a las bibliotecas públicas para acceder y disfrutar de un libro.
Además, las bibliotecas escolares están, igualmente, cobrando un gran relieve entre nuestros discentes debido a que en ellas pueden acceder no sólo a las lecturas obligatorias sino también a todas aquellas lecturas recomendadas por los profesores.
También, las bibliotecas se han convertido en un punto de encuentro que reúne a
estudiantes, jubilados, investigadores o lectores infantiles, por lo que también se han convertido en un lugar de socialización.
Por todo ello, no dejemos que nuestras bibliotecas sean apagadas por la CRISIS, por los POLÍTICOS, vayamos a ellas y alimentemos nuestras neuronas con ficción y realidad literaria,
LOS LIBROS NUNCA TE ABANDONARÁN,
NO LOS ABANDONES TÚ A ELLOS.
NO LOS ABANDONES TÚ A ELLOS.
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